¿La primera vez? Sé que la escribí en algún lugar, incluso más de una
vez en momentos temporales distintos, el problema ha sido encontrar los textos
y en mi búsqueda encontré esto:
“Quiero hablarte. Hoy
escuché tu voz. Sé que eras tú, lo supe porque mis pasos se hicieron lentos y
una aprensión en el pecho me obligó a dar media vuelta y recorrer mis pasos de
reversa. Sin embargo quiero hablarte.
¿Encontraré el valor algún día?
Quiero hablarte, necesito hablarte mirándote a los
ojos, necesito escucharte o no escucharte, saber si es silencio lo que queda
por decir, saber a que huele ahora tu presencia, saber si me dueles porque te
amé o me dueles por tu traición, necesito entender esa mirada lasciva que aún
busca desnudarme.
Quiero hablarte mirándote a los ojos y que me mires
también, que me sostengas la mirada como lo hacías antes, quiero hablarte y al
hacerlo saber que sientes, saber si sientes, saber si fue, saber si hubo, saber
si fui, saber que fui...
Quiero hablarte y que pierdas el valor, reconocerte de
entre las sombras del pasado, encontrar de nuevo esos ojos que tiemblan al
sentirme cerca deseando y no, quiero hablarte sin decirte nada, que me veas
frente a ti para que sientas que me tienes cerca y tu máscara se caiga, como
antes, como siempre, como nunca...
Y te dejo esto que escribí hace tiempo y hoy se
tropezó conmigo al entrar en el baúl de los recuerdos:
(fragmento)
¿Que si te recuerdo? ¡Claro!
Eres la causa por la que sufro y por la que rio,
debo decirlo, gracias,
porque me mostraste los peligros de la vida,
porque me enseñaste a decir te quiero...”
¿Que si te recuerdo? ¡Claro!
Eres la causa por la que sufro y por la que rio,
debo decirlo, gracias,
porque me mostraste los peligros de la vida,
porque me enseñaste a decir te quiero...”
El fragmento final lo escribí a la edad de entre 13 y 14 años. El texto
previo fue escrito el 06 de julio del 2009. Hoy es 06 de octubre del 2014 y
parece que sigue vigente, salvo por el temor que me provocaba el tener que
tropezar con él por el pasillo, o la acera…en realidad no sé si lo he superado
o quizá es sólo que ahora yo decido que lugares no frecuentar, como la casona
de la abuela.
Pero el tema es la primera vez, ¿cierto? Qué les digo, es algo que
quisiera no recordar y posiblemente de tanto recordarlo las imágenes se han ido
borrando progresivamente de mi mente, sin embargo haré un esfuerzo.
Ocurrió al poco tiempo del primer contacto en el cuarto más grande de la
casona. En su cuarto y de noche, recuerdo la ropa que yo traía puesta: un pants
verde y una playera rosa, zapatos (no tenis) y calcetas blancas…comenzó como
siempre, mirar mi blusa, tocar mis pechos por encima de la misma; poner mis
manos en su pecho para sentir su corazón acelerado, luego, usó mis manos para
acariciar su miembro aun blando, de pronto ya estaba desnudo…me esfuerzo pero
no hay secuencia temporal en esta historia.
La siguiente imagen es él recostándome sobre la cama y diciendo: “sólo
quiero sentirte, sólo un poco” Bajó mi pants y mis pantaletas, me abrió las
piernas y en pocos segundos apretó fuertemente mi boca para acallar el grito en
el instante en que desgarraba con su pene mi vagina. No recuerdo más, al
parecer me desvanecí temporalmente debido al dolor. Cuando desperté tenía mi
ropa en su lugar, él estaba cerca de mi rostro observando y de inmediato
preguntó si podía sentarme. Mi rostro tenía lágrimas secas, no tenía voz pero
intenté afirmar con la cabeza, sin embargo al incorporarme para sentarme rompí
a llorar, me era imposible sentarme debido al dolor en la vagina, tampoco podía
caminar.
No recuerdo más, no sé cómo salí de esa habitación o si él me llevó a
algún otro lugar. Las demás relaciones sexuales quedaron igualmente bloqueadas
de mis recuerdos, en su lugar, se fueron sembrando en mi memoria todas las
sensaciones, los olores y las fantasías que con el tiempo se formaron alrededor
de lo que más tarde fue una relación incestuosa, que yo creía de profundo amor.
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