jueves, 12 de julio de 2012

Puesta en Escena


Pero quizá debería hablar un poco de antes, antes de todo esto, recuerdo una vez jugando con mis primas en el patio de enfrente, el de los cuadros azules, todas riendo alegremente, al parecer jugábamos a las escondidas y por alguna razón en ese entonces vivía allí un tío con su esposa, ambos muy jóvenes y ella muy bonita, al menos así la recuerdo y así me parecía desde entonces.

María era pequeña de estatura, labios sensuales y grandes pechos, con mirada sensual y toda ella seductora. Alguna vez me enseñó sus grandes pechos sólo para que los viera, en realidad me parecía hermosa, como un sueño. Perdón, me divague con su recuerdo, aún me parece una imagen muy seductora.

Les decía, María y su esposo (un tío) vivían allí, su cuarto estaba justo frente a las escaleras del patio de cuadros azules, donde nosotros siempre jugábamos, el mismo cuarto que sería después el de mi tío. Esa tarde aunque nosotras jugábamos afuera, le gritábamos a mi tío y el nos contestaba pero no quería salir del cuarto, no sé cómo, no sé por qué, de pronto yo estaba en el último escalón justo frente a la ventana del cuarto, la cual estaba abierta pero con las cortinas cerradas y la curiosidad infantil me llevó a abrirlas, recuerdo muy bien la imagen: Primero la ventana café del tamaño de toda la pared, dividida en tres piezas, dos cristales fijos y el del centro era el que se abría, la cortina cerrada, de esas lisas que se dividían por el centro, yo abriendo de repente la cortina, mi tío hincado sobre una cama justo enfrente de la ventana quedó frente a mí más sorprendido que yo misma, él desnudo, segundos antes riéndose, María detrás de él con las manos en sus nalgas, yo de nuevo con la cara impactada cerrando de inmediato la cortina y corriendo espantada a esconderme.

Me pregunto si esa sería mi primer imagen sexual. Ahora que me doy esta oportunidad de pensar en pasado, me doy cuenta de lo dispersos que son los recuerdos y lo olvidados que pueden estar, a veces no nos damos cuenta del impacto real que tuvieron en nosotros. Aunque no lo pienso a menudo, María y sus grandes pechos, su mirada sensual y toda su actitud seductora…simplemente me sigue gustando.


1 comentario:

  1. Sin comentarios... Aún así debo decir que disfruto muchísimo leyéndote, mujer.

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